Lo prometido es duda, así que vamos a contar un poco nuestros primeros días en Japón, y más concretamente en la ciudad de Kioto.
Dia 1:
Nuestro primer Oyakodon |
Vistas de la ciudad desde el rio Yodo-Gawa |
Desayunamos en el albergue un “desayuno japonés”, consistente en sopa de miso, arroz y un plato con tortilla, algas y pescado, MUY RICO!
Después hemos alquilado unas bicicletas y para realizar las visitas que teniamos en mente realizar, entre ellas, el templo dorado (kinkaku-ji), en teoría de los más bonitos de Kyoto pero ha sido un poco decepción, sobre todo después de visitar el templo ninna-ji, precioso templo que puedes visitar por dentro, además de su pagoda de 5 pisos y 36 metros de altura y un jardín lleno de cerezos que lástima que aún no habían florecido porque hubiera sido ya la guinda para el pastel de la mañana.
Después hemos alquilado unas bicicletas y para realizar las visitas que teniamos en mente realizar, entre ellas, el templo dorado (kinkaku-ji), en teoría de los más bonitos de Kyoto pero ha sido un poco decepción, sobre todo después de visitar el templo ninna-ji, precioso templo que puedes visitar por dentro, además de su pagoda de 5 pisos y 36 metros de altura y un jardín lleno de cerezos que lástima que aún no habían florecido porque hubiera sido ya la guinda para el pastel de la mañana.
Panorámica del templo Ninna-ji |
Hemos parado a comer unos bento de supermercado, opción barata y rápida ya que puedes comprar bandejas frescas, te las calientan en el propio establecimiento y puedes comer allí mismo (está mal visto comer mientras caminas y en bici hubiera sido complicado).
Después de comer, volvemos a los pedales, nos perdimos un poco y dimos alguna vuelta de más para visitar el bosque de bambú y otro templo por fuera (no recuerdo el nombre) en la zona de Arashiyama, zona bastante turistica, de hecho, el bosque de bambú se desluce un poco con la cantidad de gente que hay, así que para poder disfrutarlo a tope, lo ideal es madrugar y verlo antes de que llegue la primera oleada de visitantes. Ya en el camino de vuelta hemos pasado por las galerías comerciales de Teramachi dori, con tiendas de todo tipo y puestecitos de comida. Ya por la noche nos hemos echado un sake en un pub con bastante buena música en la misma ramen street, donde volvimos a cenar en otro local (la verdad que hay más de una docena y podríamos probarlos todos, están brutales).
Ha amanecido lluvioso en Kyoto, así que nada de bici, nos hemos ido en autobús al centro de la ciudad, allí nos hemos hecho con unos víveres en el súper y ya hemos comenzado la ruta del día en el “museo internacional del manga”, con una colección de más de 300.000 tomos, y un montón de salas, este antiguo colegio es un deleite para los coleccionistas de este tipo de cómics, después de la visita, como seguía el chirimiri, hemos pasado por el mercado de Nishiki, es como una zona de tapeo pero japonés y bajo techo, nos hemos puesto tibios para callejear un poco y visitar el tradicional barrio de Gion, muy bonito, hemos podido ver una geisha y observar cómo se vuelven locos los japoneses y turistas para hacerle una foto. Además se puede ver de cerca una costumbre que debe ser típica de la gente joven, que es alquilar un kimono para salir de compras y visitar algún templo.
En la entrada del templo Kiyomizu-dera |
Ya después de comer y habiendo parado de llover, hemos subido al templo Kiyomizu-dera, muy bonito por dentro pero llenísimo de gente, parece un parque de atracciones aunque merece la pena, para finalizar, hemos vuelto andando otra vez por callejuelas estrechas y con el encanto que caracteriza Kyoto para perdernos un poco en el bosque Tadasu no mori, por desgracia era un poco tarde para entrar y nos hemos tenido que conformar viendo desde fuera los dos templos sintoístas que el bosque alberga, ahora a dormir que mañana toca madrugar de nuevo.
Sayonara!
No hay comentarios:
Publicar un comentario