El bosque pintado de Oma es una obra creada por el pintor y escultor vizcaíno Agustín Ibarrola, se trata de una serie de pinturas hechas en los arboles del bosque de Oma, en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai. Estas pinturas tienen la peculiaridad de que, según el punto desde donde se mira, se ven una serie de figuras (ojos, personas, figuras geométricas... En teoría son 47 pero mi visión espacial no me dejo ver tanto). Una obra curiosa y que además le da un punto de interés y pintoresco mayor al lugar.
Comenzamos en el barrio de Basondo, justo al lado de las cuevas de Santimamiñe hay un bar-restaurante donde podemos dejar el coche. Seguimos la carretera y enseguida veremos de frente las indicaciones del Bosque Pintado a la izquierda, siguiendo por el PR-BI-180. Este sendero cuesta arriba nos dejará en el bosque en media horeta aproximadamente y se sigue sin problemas, está señalizado en todos los cruces y cada pocos metros tienes marca del PR. Bajaremos unas escalericas que si están húmedas pueden resbalar un poco y llegamos al trozo de bosque pintado, es un espacio que no es demasiado grande pero podemos estar andando bastante buscando figuras y formas, a pesar de que todas tienen una marquita en el suelo desde donde mirar, en algunos puntos se ve estupendo pero en otros ya hay que echarle imaginación al asunto. Además, algunas no van en orden según el mapa del inicio. La vuelta la haremos bajando por el lado opuesto por donde hemos entrado, pasando por el pueblo de Oma (bastante majico por cierto), cogeremos la carretera y volveremos tranquilamente hasta donde hemos dejado el coche pasando por delante de varias granjas, no hay perdida. En total podemos hacer todo el recorrido y ver el bosque en unas dos horas andando de forma tranquila.
Aprovechando podemos subir a ver la entrada de las cuevas de Santimamiñe, si vas con tiempo se puede organizar una visita, como no era nuestro caso... leímos un poco los carteles de fuera por culturizarnos y ya nos bajamos.
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